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Foto: Freddy Cruz. |
El mundo como lo conocemos dejó de ser lo que era hasta hace unos meses. La crisis nos ha alterado en todo sentido. Nuestra desorientación aumenta y resulta confuso el proceso de adaptación. Se cierne los cimientos de una transformación cultural. El cambio es ahora, fue ayer.
Como muchos de ustedes, tuve severos momentos de ansiedad. Cuadros intensos que jamás esperé afrontar. Todo fue tan repentino. Claro, llevar niveles acumulados de estrés, tarde o temprano desembocaría en un derrame sobrecargado de emociones inexplicables, taquicardias, insomnio, agitación pasmada...
El momento es el preciso para decidirnos a replantear nuestro papel individual en este planeta, para revisar, y si es necesario, darle claridad o reformular nuestra misión como persona.
Esta crisis nos deja muchísimos escenarios de aprendizaje, que talvez nos cuesta digerir tan pronto. La transformación digital apareció hace unos años como una anticipada llamada de atención realizada por los inevitables cambios generados en el planeta, y que todavía cuesta ser asimilado por infinidad de personas.
Estamos viviendo un demoledor momento de transformación cultural. Pero sobre todo, estamos viviendo el momento de activar nuestra propia transformación, nuestra transformación mental.
El mundo que conocimos hasta 2019 no puede ser más, no debe ser más.
El desafío sigue siendo la urgencia de romper paradigmas, condiciones del pensamiento humano que ya no sirven. Vivir bajo condiciones mentales caducas no nos permite avanzar y peor aún, no nos permite estar preparados para afrontar acertadamente momentos de emergencia, de cualquier tipo.
Superar la ansiedad es un buen punto de partida para probarnos a nosotros mismos que podemos transformar nuestra mente y ayudar a los demás a tomar ese camino de auto transformación.
Esto resulta más que evidente en la respuesta que ha dado el sistema estatal de la gran mayoría de los países a nivel planetario. Vivimos bajo esquemas descoordinados. Depender de este sistema ya no sirve, está obsoleto y es demasiado costoso. Considero, como muchos, que la única alternativa para buscar un camino acertado, es una sociedad civil organizada, que tome fuerza y que demuestre que el aparato estatal ya no debe seguir. Esto, de la mano con un enfoque en el desarrollo del individuo.
Esta etapa (que aún no estamos seguros cuándo empezará a encontrar equilibrio), como a muchos de ustedes, removió mis nervios, mis neuronas, mi corazón, me sacudió para buscar fuerzas desde adentro y ponerme alerta. El momento es el preciso para decidirnos a replantear nuestro papel individual en este planeta, para revisar, y si es necesario, darle claridad o reformular nuestra misión como persona.
Superar la ansiedad es un buen punto de partida para probarnos a nosotros mismos que podemos transformar nuestra mente y ayudar a los demás a tomar ese camino de auto transformación.
Es muy gratificante aprender a superar nuestros cuadros de ansiedad. Nos trae mayor fortaleza, endulzada con una hermosa sensación de paz.