Salir de un proceso de estancamiento con sensación de victoria, motivados para dirigir nuestro destino con autosuficiencia, es un proceso arduo que requiere gran poder mental para conseguirlo, pues depende de nuestra capacidad de observación para poner en orden nuestra vida, quitando todo aquello que ya no corresponde con nuestros intereses.
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● El estado emocional colectivo
A lo largo de una etapa bastante marcada desde el año 2020, hay un asunto en particular que se evidencia en múltiples aspectos de la conducta humana que ha estado llamando mi atención al observar las interacciones sociales, evaluando por supuesto cómo el inconsciente se manifiesta dejando huella en cada acto, haciendo este ejercicio tanto en mi cÃrculo cercano, en la esfera pública, y en los entornos digitales.
Este asunto está relacionado con el estancamiento, ese proceso aparentemente estéril que nos da sensación de estar caminando en cÃrculos, tropezando siempre con las mismas circunstancias, sin novedad alguna que represente una oportunidad para refrescar o renovar nuestra experiencia de vida, ese tan publicitado "siguiente nivel".
Celebrar el logro implica un proceso previo que suele ser extenuante, extenso y desafiante, donde no hay opción a dejarse vencer. Por supuesto, la manera más prudente para colocarnos en una posición de suprema fortaleza es haciendo justicia con nosotros mismos y nuestro proceso de desarrollo como creadores de negocios: equilibrar la balanza debe ser la principal obligación auto adquirida, porque nadie hará la tarea por nosotros mismos.
● Balanza de autosuficiencia: auditando nuestros activos emocionales
Para construir una Balanza de Autosuficiencia, propongo llevar el proceso de una manera singular, auténtica y con propósito múltiple. En un lado de la balanza colocamos los activos que tengamos a disposición, agregando una lista de los activos que deseamos materializar. A este lado de la balanza propongo que lo gestionemos como si se tratara del hemisferio izquierdo del cerebro.
Al otro lado de la balanza, coloquemos todos los aspectos que estén estrechamente relacionados con nuestra toma de decisiones. En esto participan la planificación, la estrategia, nuestra manera de emplear la presencia, los valores que nos mueven a tomar determinadas decisiones, todo factor que dinamiza nuestro poder de decisión para actuar sin titubear, avanzando con temple y vigor; a este lado de la balanza propongo que lo gestionemos como el hemisferio derecho del cerebro.
Para desarrollar este proceso de equilibrio, respecto a los factores involucrados en nuestra aventura ambiciosa, es necesario desarrollar esta balanza con visión autodeterminada desde un punto cero, para no tener que depender de los puntos de vista externos al momento de tomar nuestras propias decisiones.
● Observación que orienta nuestra toma de decisiones
Gestionar el área de los recursos con observación racional equivale a administrar nuestra riqueza, tangible e intangible. De esta manera, cuando gestionemos nuestras emociones, tengamos cautela de moverlas de manera auténtica, dando preferencia a nuestras prioridades, orientándonos sabiamente, construyendo criterio que alimente nuestra fuerza autónoma.
Dando forma a este lado de la balanza nos ayuda a darle el valor correcto a todos nuestros recursos, para apostar con vehemencia y autoconfianza, llevando por delante la seguridad autogestionada para que nuestra posición sea respetada y para valorar con transparencia los recursos de los individuos con quienes nos relacionamos.
● AuditorÃa para impulsar la transformación holÃstica del individuo
Se trata, evidentemente, de llevar en alto nuestros valores con frontalidad dinámica, actuando de forma justa y equitativa, encontrando las debilidades en nuestro proceder y en nuestras relaciones, para elevarlas con energÃa alta, para convertir esas debilidades en fortalezas, que de alguna manera generen activos que enriquezcan nuestros acuerdos comerciales.
Este proceso tiene su complejidad, pero nada que tenga alto valor se obtiene con facilidad o atajos aparentes. Aquà no intervienen las apariencias, porque todo castillo que se mantiene firme y perdura en el tiempo se construye en terreno sólido, seguro, confiable.
Cuando gestionamos el polo de las decisiones con observación creativa y plasticidad nutrimos nuestras habilidades para relacionarnos, para vincularnos sin que nuestro poder de decisión se vea afectado negativamente.
La Balanza de la Autosuficiencia nos moviliza del estancamiento, nos coloca sobre la marcha para evaluar qué aspectos de nuestra vida nos aportan valor real, fértil y expansivo, descartando con total autoridad aquello que ya no nutre nuestro desarrollo.
Lo que tiene fecha de vencimiento debe ser retirado inmediatamente, porque hay muchas oportunidades a la vista que están ahà anhelando tomar forma a través de nuestro dinámico poder de iniciativa.
Mauro Rojas
Arquitecto EpijurÃdico
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